La Asociación para Víctimas de Secuestro y Desaparecidos dio a conocer que dos hombres duranguenses, padre e hijo, viajaban en una camioneta blanca y estaban llegando a Mazatlán, Sinaloa, cuando sus familiares les perdieron el contacto.

Se trata de Saúl Jaime Graciano González, de 35 años, y del menor Saúl Antonio Graciano Graciano de 13 años.

El papá mide 1.75 metros de estatura, es de complexión delgada, tez blanca, cabello negro, cara ovalada, ojos rasgados, nariz chata, cejas pobladas, boca grande, labios gruesos y orejas medianas.

Como señas particulares, tiene un tatuaje de letras asiáticas en el brazo izquierdo, y dos en la espalda de la Virgen de Guadalupe y la Santa Muerte.

El adolescente mide 1.65 metros de estatura, complexión delgada, tez morena clara, cabello obscuro, cara alargada, ojos cafés, nariz ancha, cejas semipobladas, boca grande, labios gruesos y orejas medianas.

Como seña particular, tiene cicatriz en la ceja izquierda.

911 es el número telefónico para aportar información que contribuya a dar con su paradero, o también se pueden contactar mediante el correo: nolocalizados.fged@durango.com.mx.

“Viajaban en una camioneta blanca y casi llegaban a Mazatlán”, informó la Asociación para Víctimas de Secuestro y Desaparecidos.

Ambos son originarios de Canatlán, Durango, y viajaban desde Culiacán en una Nitro 2007.

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