No se han aplicado aún las vacunas contra COVID-19 que han llegado al país desde hace un par de semanas y solo se han aplicado 7 millones 18 mil 449, es decir, restan por utilizar 5.3 millones que equivalen a 43 por ciento de los biológicos recibidos.
Los dos embarques más recientes, que llegaron este fin de semana, suman 1 millón 565 mil dosis, pero la falta de organización en la aplicación y la negativa del Gobierno de López Obrador a recibir ayuda de estados y municipios, ha provocado que 5.3 MILLONES DE VACUNAS PERMANEZCAN ALMACENADAS CON EL RIESGO DE DESCOMPONERSE.
La doctora en Biología Molecular y Celular por la Universidad de Oxford, Roselyn LemusMartin, opinó que la estrategia del Gobierno respecto al despliegue del Ejército en aplicación de vacunas no ha mostrado la capacidad para vacunar de una forma rápida y extensa en el país, y lamentó que el Gobierno no haya querido hacer convenios con la iniciativa privada para acelerar la aplicación, a pesar de que ésta se ha pronunciado por hacerlo.
Dijo que para alcanzar la meta trazada por el Gobierno se tendrían que estar aplicando 500 mil dosis diarias, cosa que no sucede en México por la necedad de no recibir la ayuda de todos.
El epidemiólogo Gustavo Oláiz, coordinador del Centro de Investigación, Políticas y Salud de la UNAM, indicó que el rezago entre la obtención de vacunas y su aplicación es muy importante. Señaló que hay más de 15 millones de adultos mayores de 60 años en el país, para los cuales se requieren 30 millones de dosis, y hasta la fecha se han aplicado 5 millones de vacunas, es decir, sólo uno de cada tres ha recibido al menos una dosis.
Para los especialistas los esquemas de vacunación no están funcionando y a este paso tardaríamos dos años en vacunar a la población.
“Desafortunadamente ya hemos llegado al periodo vacacional de primavera con esta baja cobertura, lo cual indica el riesgo de un nuevo incremento de casos, en especial por el aumento de la movilidad poblacional”.
Recordó que durante los primeros 21 días después de recibir la vacuna, los niveles de inmunidad son bajos y la población puede enfermar de COVID, aún en su forma severa y en la mayor parte de los casos, la segunda dosis no se ha aplicado.