En una escalada de tensiones en la región de Oriente Medio, Israel ha interceptado con éxito un masivo ataque lanzado por Irán en la noche del sábado. Según informes oficiales, más de 200 drones, misiles balísticos y de crucero fueron lanzados desde territorio iraní hacia Israel en lo que fue descrito como un “ataque a gran escala”.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari, confirmó que la mayoría de los misiles fueron interceptados antes de causar daños significativos. Sin embargo, algunos proyectiles lograron impactar una base militar en el sur del país, causando solo daños menores.
El ataque iraní fue aparentemente en respuesta a lo que la Guardia Revolucionaria de Irán consideró “numerosos crímenes israelíes”, incluido el bombardeo contra el consulado de Irán en Siria y el asesinato de comandantes y asesores militares iraníes en territorio sirio.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró previamente que el país está preparado para enfrentar cualquier amenaza, respaldado por Estados Unidos y otros aliados. Esta determinación se vio reflejada en la respuesta rápida y eficaz de las Fuerzas de Defensa de Israel ante el ataque iraní.
La escalada de tensiones entre Israel e Irán se produce en un contexto de conflictos regionales, incluida la confrontación continua entre Israel y el grupo terrorista palestino Hamas en la Franja de Gaza. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos acontecimientos, mientras persisten los esfuerzos por evitar una escalada aún mayor en la región.