Cada 2 de febrero se festeja en México y otras partes del mundo el Día de la Candelaria, el cual conjunta varios momentos relevantes para la cosmovisión católica. De acuerdo con el párroco del Templo del Santo Cristo del Ojo de Agua en Saltillo, padre José Ignacio Flores Ramos, su momento más significativo se remonta a la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén durante su infancia.
“Es una fiesta de Jesús porque ese día Jesús fue presentado en el templo y ahí hubo un hombre que lo llamó Luz de las Naciones, por eso las procesiones de esta fiesta se hacían con velas o con candelas, por eso la gente le empezó a llamar la Fiesta de la Candelaria”, comentó en entrevista con medios.
Remarcó que la festividad representa también la purificación de María tras el paso de 40 días del nacimiento del Hijo de Dios, costumbre que las mujeres en la capital de Israel seguían tras convertirse en madres.
“En realidad la fiesta la conoce la gente como la Fiesta de la Candelaria pero el origen tiene dos momentos, una parte se cumple en la purificación de María, ya pasaron 40 días de la navidad, entonces, siguiendo el ritual judío, María fue a purificarse al templo porque todas las mujeres tenían que cumplir con el deber porque hay derramamiento de sangre en el parto, por eso es una fiesta mariana”, expresó.
TAMALES Y ALEGRÍA
Popularmente, durante la Candelaria, las familias mexicanas degustan de los tamales ofrecidos por quienes les “tocó el Niño” al partir la Rosca de Reyes el 6 de enero, ya que es un símbolo de júbilo y alegría por la presentación de Jesús.
“De una u otra manera, con esta fiesta concluimos un ciclo de celebraciones navideñas. En realidad estamos muy cerca de la Cuaresma pero también es una ocasión de concluir la Navidad, además la gente cumple el compromiso que se pactó el 6 de Reyes, el de los tamales y el champurrado”, platicó.
“Nosotros los mexicanos lo celebramos con tamal y atole, pero es una ocasión festiva de terminar cristianamente un tiempo que ha sido para nosotros de mucha alegría”, finalizó.