El pasado 3 de junio, la emblemática historia del club nocturno El Patio llegó a su trágico fin con el colapso de su estructura, que había estado abandonada desde hace varios años. Este recinto, que en sus días de gloria fue el epicentro del espectáculo en la Ciudad de México, ahora yace en ruinas, recordando una época dorada que abarcó desde los años 40 hasta los 70.
Ubicado en la calle Atenas número 9, en la colonia Juárez, El Patio fue mucho más que un simple club nocturno. Fue el escenario de incontables actuaciones legendarias de artistas tanto nacionales como internacionales. Estrellas como Édith Piaf, Judy Garland, Los Platters, Juan Gabriel, Ana Gabriel, Lupita D’Alessio, Rocío Dúrcal, Lola Beltrán, José José, María Victoria, y muchos otros, dejaron su huella en este lugar histórico.
Durante su apogeo, El Patio fue el centro de espectáculos más importante de la ciudad. Era el punto de encuentro de celebridades como Diego Rivera, Frida Kahlo, María Félix, Cantinflas y Agustín Lara, entre otros. El concepto del lugar combinaba presentaciones exclusivas con una cena incluida en el precio de la entrada, convirtiéndolo en un sitio privilegiado para los amantes del espectáculo y la alta sociedad de la época.
Sin embargo, en 1994, El Patio cerró sus puertas debido a los cambios en la industria del entretenimiento. Los grandes espectáculos empezaron a trasladarse a foros más amplios como el Auditorio Nacional y el Palacio de los Deportes, lo cual marcó el declive de este icónico club nocturno.
El último show que se realizó en El Patio fue memorable: José José, quien inició su carrera en ese escenario cuando aún era un joven desconocido, fue el encargado de despedir el lugar con su voz inolvidable.
Con el paso del tiempo, El Patio cayó en el olvido y su estructura fue abandonada. A pesar de recibir ofertas para su remodelación o venta, los propietarios, incluyendo al hijo del fundador Francisco Aguirre, se negaron a darle nueva vida al espacio.
Exactamente 30 años después de su último espectáculo, la estructura de El Patio finalmente colapsó por completo, dejando solo escombros donde una vez resonaron las voces y el aplauso de miles de espectadores.